Fertinagro Biotech recibe el Premio Nacional de Innovación 2025

En un contexto en el que la agricultura española se enfrenta a un reto creciente —producir más alimentos con menos recursos y menor huella ambiental— los modelos tradicionales basados en fertilizantes químicos intensivos han quedado obsoletos. Durante décadas, el uso masivo de insumos de origen fósil ha provocado degradación del suelo, pérdida de biodiversidad y emisiones elevadas, afectando tanto la productividad agrícola como la sostenibilidad a largo plazo del sector. Esta situación ha llevado a agricultores y empresas a buscar alternativas que permitan mantener el rendimiento sin comprometer el entorno ni la salud del suelo, en un momento en el que el cambio climático exige soluciones reales y científicamente sólidas.

En este escenario, Fertinagro Biotech, con sede en Teruel, ha logrado posicionarse como una de las referencias más destacadas del país en innovación aplicada al campo. La empresa, parte del Grupo Térvalis, ha sido reconocida con el Premio Nacional de Innovación 2025 en la categoría de Gran Empresa Innovadora, un reconocimiento otorgado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades que premia casi cuatro décadas de trabajo en la aplicación de biotecnología, inteligencia artificial y economía circular a la agricultura. Su tecnología se centra en soluciones que sustituyen o complementan a los fertilizantes tradicionales mediante bioestimulantes, microorganismos beneficiosos, fijadores naturales de nitrógeno y sistemas de análisis avanzado del suelo, lo que permite optimizar recursos, reducir el uso de químicos y mejorar la salud y productividad agrícola.

El funcionamiento de su modelo parte de un enfoque biológico del suelo: en lugar de aportar químicos de forma intensiva, Fertinagro desarrolla productos capaces de activar procesos metabólicos naturales de las plantas y de mejorar la microbiota del suelo. Esto se traduce en cultivos más resilientes, mayor eficiencia en la absorción de nutrientes y una reducción significativa de la huella ambiental de la actividad agrícola. Gracias a esta apuesta por la innovación, la empresa acumula más de 260 patentes en 29 países, ha invertido más de 35 millones de euros en I+D+i en los últimos años y colabora con más de un centenar de universidades y centros científicos en todo el mundo, consolidando un ecosistema de investigación real en torno a la bioeconomía circular.

El impacto de estos desarrollos no se limita a la mejora en la producción. Con sus tecnologías, Fertinagro contribuye a disminuir la dependencia del sector agrícola de insumos de origen fósil, reduce emisiones y convierte residuos agroganaderos en nuevos recursos, reforzando un modelo productivo más eficiente y sostenible. Además, al ser la primera empresa española certificada con el sistema EPD Process, incorpora herramientas de medición ambiental avanzadas que permiten evaluar y minimizar la huella ecológica en todas las fases de la producción. Es un enfoque que no solo beneficia al medioambiente, sino que también incrementa la competitividad del campo español ante las nuevas regulaciones europeas y las exigencias de los mercados internacionales.

La relevancia de este proyecto posiciona a España como un referente europeo en innovación agrícola sostenible. Demuestra que el país es capaz de desarrollar soluciones tecnológicas avanzadas que compiten al más alto nivel en un sector clave para el futuro: la producción de alimentos. Con modelos como el de Fertinagro Biotech, España demuestra que la sostenibilidad puede ser una fuente de valor económico, empleo cualificado y liderazgo industrial, reforzando una transición ecológica que no es teórica, sino tangible, medible y aplicada directamente sobre el terreno.