Kreativetech, la idea para crear a las próximas grandes startups españolas
2/6/25
Por:
Redacción
Con una inversión inicial de 340.000€, Kreativetech se propone lanzar y acompañar startups

En un ecosistema tecnológico que madura a golpe de lecciones y resiliencia, hay gestos que tienen la capacidad de reordenar el tablero. Y no lo hacen desde la retórica, sino desde la acción. Esta semana se ha confirmado el nacimiento de Kreativetech, un holding tecnológico fundado por dos nombres clave del emprendimiento en España: Gustavo García Brusilovsky, fundador de BuyVIP (vendida a Amazon), y Yago Arbeloa, fundador del grupo Hello Media.
Lejos de los focos habituales de las rondas millonarias, Kreativetech irrumpe con un modelo que prioriza la creación desde dentro. No es una aceleradora, ni un fondo. Es, como lo describen sus propios impulsores, “un taller de compañías”, donde cada proyecto se acompaña con capital, experiencia y equipo. La apuesta inicial asciende a 340.000 euros aportados íntegramente por ellos. Una cifra modesta en términos de inversión institucional, pero poderosa en términos simbólicos: quienes ya lo han hecho, deciden volver a empezar.
De la idea al producto: una estrategia de construcción compartida
El enfoque de Kreativetech es eminentemente operativo. Sus fundadores no se limitan a invertir: entran en el barro. Detectan una oportunidad, reúnen a un equipo desde cero, modelan el producto y construyen a partir de ahí. Su ambición es clara: levantar startups rentables, sostenibles y escalables en sectores donde su conocimiento puede marcar una diferencia real. Por ahora, su foco está puesto en e-commerce, logística, automatización y eficiencia operativa.
La decisión de actuar como cofundadores estratégicos parte de una convicción: muchos de los errores que arrastran las startups en fases iniciales no se deben a falta de talento, sino a la ausencia de acompañamiento maduro y criterio estratégico. En palabras de García Brusilovsky:
“No queremos solo mentorear. Queremos ensuciarnos las manos. Sabemos lo que es lanzar algo con pocos recursos, y sabemos también cómo escalarlo. Esa es nuestra ventaja.”
España como lugar para construir (otra vez)
La aparición de Kreativetech no es un caso aislado, sino un síntoma. En los últimos meses, varios fundadores con recorrido están redoblando su compromiso con el ecosistema: invirtiendo, incubando o directamente volviendo a fundar. Se trata de una nueva generación de builder funds, todavía incipiente en España, que bebe de modelos ya consolidados en Berlín, Ámsterdam o Tel Aviv. La diferencia está en la implicación: no solo hay dinero sobre la mesa, hay implicación directa, redes, visión y cultura operativa.
En este contexto, Kreativetech aparece como una señal de madurez para el ecosistema nacional. Ya no se trata solo de buscar unicornios, sino de diseñar empresas sanas, con vocación de impacto y una lógica de crecimiento realista. Es un cambio de época. Más austero, tal vez, pero también más estratégico.
¿Qué mueve a quienes ya triunfaron a volver a empezar?
Detrás del relato de Kreativetech hay algo que no aparece en las cifras: el impulso de volver a construir, no por necesidad, sino por compromiso. Cuando quienes vendieron sus empresas a gigantes como Amazon deciden reinvertir su tiempo y su dinero en nuevas ideas, no están buscando gloria, están buscando relevancia social y legado industrial. Y eso, en un país donde la fuga de talento sigue siendo una preocupación, es una noticia que merece ser celebrada.
Este tipo de proyectos también plantean preguntas incómodas pero necesarias: ¿cuántas de nuestras startups mueren por falta de acompañamiento serio? ¿Por qué escasean los espacios donde los fundadores jóvenes pueden equivocarse con red? ¿Qué pasaría si cada fundador de éxito apadrinara al siguiente?
Kreativetech no viene a responderlo todo, pero sí a abrir una nueva puerta. Y eso, en un momento en el que la innovación española busca más músculo y menos artificio, puede ser exactamente lo que necesitábamos.
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